La caldera de gas ¿es segura?

Lo más importantes en instalaciones de gas es la seguridad ya que una pequeña fuga de gas o una mala combustión de la caldera o calentador pueden afectar gravemente la salud de los habitantes de la casa y en todo momento, se trata de garantizar que las instalaciones de gas sean lo más seguras posibles.

Por fortuna, han mejorado las medidas de seguridad tanto de los aparatos a gas (calderas o calentadores) como de las propias instalaciones.

En este sentido, se recomienda comprobar la correcta combustión de la llama, vigilando que sea azul; mantener libres los conductos de ventilación y de evacuación de los humos de la combustión; y revisar las chimeneas. Si bien, también hay otros puntos importantes a tener en cuenta para garantizar unas instalaciones eficientes y seguras: realizar un adecuado mantenimiento de la caldera de gas, tener al día las inspecciones y revisiones obligatorias de los aparatos, y también la reposición de aparatos antiguos, ya que tanto calderas de condensación  como los calentadores de agua a gas estancos son sistemas de calefacción más seguros que los de tipo atmosférico, porque en los primeros la combustión se realiza en una cámara de combustión cerrada, sin contacto con la estancia en la que se instala y por tanto, con un riesgo de fuga mucho menor que en los aparatos de tipo atmosférico.


Es muy importante hacer las revisiones obligatorias

Muchas de los accidentes que se producen en instalaciones de gas están relacionadas con una mala combustión por lo que es importante estar al día en cuanto a las inspecciones y revisiones obligatorias de gas ya que son la garantía de que los aparatos funcionan correctamente.

Recuerda que la revisión de la caldera de gas debe realizarse cada dos años y siempre debe ser realizada por un técnico profesional.

En cuanto a las inspecciones de instalaciones de gas y revisión de aparatos debe realizarse un control periódico cada 5 años


8 medidas para prevenir accidentes

Algunas medidas de seguridad para manejar gas natural para uso doméstico, elaboradas por el ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital:

  • La habitación debe contar con la ventilación suficiente: esto se asegura con una rejilla (que dé al exterior) cerca del suelo y otra cerca del techo, siempre limpias de pelusa o suciedad, y nunca obstruidas o tapadas, por mucho frío que haga.
  • Los calentadores y calderas deben tener una adecuada salida de humos: el tubo de salida ha de proporcionar el tiro suficiente.
  • Vigile el color de la llama: la llama debe ser azul y recta. Una llama amarillenta o que oscile es indicio de mala combustión. Encienda la cerilla antes de abrir el gas.
  • Compruebe las llaves: verifique que cierra las llaves de paso del aparato cuando termina de usarlo. Si se ausenta varios días, cierre la llave de paso general.
  • Haga revisar su caldera e instalación elecon la frecuencia reglamentada.
  • No utilice a la vez la campana extractora de humos de la cocina y la caldera de calefacción. Si la caldera se encuentra en la misma cocina, la campana extractora puede hacer que los humos de la caldera se metan en la cocina en lugar de salir fuera. Apague la calefacción mientras emplea la campana extractora
  • No emplee la instalación de gas para usos distintos a aquéllos para los que fue concebida: por ejemplo, no cuelgue objetos de los tubos ni los utilice como toma de tierra eléctrica.
  • Si notara olor a gas no encienda luces ni llame a timbres. Abra las ventanas y ventile la estancia. Compruebe si el gas se escapa de un aparato a gas mal cerrado y en ese caso, ciérrelo bien. Si ésa no es la fuente del olor, o no puede hallarla, haga que un técnico autorizado revise su instalación lo antes posible.